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Estudio Bíblico

Conocer a Dios

Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Salmo 46:10

En filosofía Dios es un enigma, o al menos así lo he percibido yo a través de cada clase. Muchos filósofos dedicaron tiempo a pensar a Dios y terminaron haciendo teología, a veces sin darse cuenta o sin siquiera pretenderlo. Mucho se ha insistido en el hecho de que Dios es una persona infinita, eterna y entonces al hombre finito le es imposible entenderlo. También se habla de la trascendencia de Dios, ese ser que es superior a Su creación y se separa de ella, haciéndose inalcanzable. Algunos sabios están convencidos de que a Dios se le encuentra a través de la razón, otros lo buscan a través de lo mágico y lo místico. El caso es que a ratos Dios se antoja escurridizo. Tal parece que nadie puede llegar realmente a conocerle.

Pero, esa no es la experiencia de las personas que deambulan el texto bíblico, aquellos que pueblan y viven las historias más humanas y sorprendentes. Ellos sí que conocieron a Dios, lo experimentaron, fueron desafiados por Él, y pueden dar fe de la obra del Señor en sus vidas. ¿Quieres que mencionemos a algunos? Bueno, allí voy. Lo voy a hacer sin orden ni concierto, lo haré según vayan apareciendo en mi mente.

Ana, la madre de Samuel, conoció a Dios en medio de su súplica por un hijo que acabara con su soledad y la vergüenza de saberse infértil. Lea, madre de al menos 6 de los hijos de Jacob, se sobrepuso al desamor de su esposo y encontró a Dios cuando su vientre se vio premiado con Judá, la simiente de David y de Cristo. Sansón, el vanidoso juez hebreo, conoció a su Señor cuando humillado clamó por fuerzas para acabar con los filisteos. Pablo, el más grande escritor bíblico, se encontró con el mismísimo Jesucristo en el camino a Damasco, ciego y vulnerable. Noemí, viuda y extranjera en Moab, supo cuán grande era su Dios en medio de la desesperanza y de la muerte. Isaías, el profeta más prolífico, se encontró ante la presencia del Señor cuando lloraba por la muerte del rey Usías. Ezequías, uno de los mejores reyes de Judá, conoció la misericordia de Dios en la enfermedad.

¿Ves el patrón? Todos conocieron a Dios en medio de las pruebas de la vida. Ojo, es una lista al azar, no la preparé. Y tú sabes muy bien que los personajes bíblicos afectados por los problemas pueden llenar decenas de páginas. Es que, si algo nos enseñan todas estas personas es que a Dios se le experimenta, se le ve cara a cara, cuando la vida se pone caprichosa, chiquitica, dura, difícil de aguantar. ¿Por qué eso? Pues porque Dios sabe que cuando estamos bien y la vida nos sonríe, nadie, pero nadie se acuerda de Él.

Hoy recibí la llamada de una persona que está sufriendo por la muerte de un ser querido. Me contó lo devastada que se sentía, pero me dijo, muy segura, que su Dios sabía cuál era el propósito de todo lo que estaba viviendo. Me dijo: “Al momento uno se angustia y no entiende por qué pasan estos reveses, pero después, con el paso del tiempo, Dios muestra Su propósito y voluntad. Entonces uno entiende”. Y me citó el Salmo 46:10: “Estad quietos, y conoced que yo soy Dios”. Y continuó: “Yo voy a estar quieta, esperando en el Señor”.

¡Qué palabras tan sabias, de una persona que conoce a Dios! Los reveses, las pruebas, los sinsabores nos hacen entender los caminos y la voluntad de Dios, no de manera inmediata sino a la distancia, como cuando se quiere apreciar el buen arte. Y claro que cabe el desespero, la tristeza y la angustia, porque después de todo, somos humanos. Pero, aún en medio del dolor, el miedo y las dudas podemos confiar en Dios, con la certeza que Él es el único que tiene la salida.

Santiago, una carta pastoral de gran sabiduría, dice que las pruebas vienen de parte de Dios para hacernos crecer en fe. En el capítulo 1, los versículos del 1 al 4 dicen:

Hermanos en Cristo, ustedes deben sentirse muy felices cuando pasen por toda clase de dificultades. Así, cuando su confianza en Dios sea puesta a prueba, ustedes aprenderán a soportar con más fuerza las dificultades. Por lo tanto, deben resistir la prueba hasta el final, para que sean mejores y puedan obedecer lo que se les ordene”.

¿En serio? ¿Cómo es posible que las dificultades, la enfermedad, la angustia de muerte y el desespero sean motivo de felicidad? Santiago está loco, ¿verdad? Pues, no, no lo está. Las pruebas nos hacen más fuertes, pero, sobre todo, nos llevan a conocer a Dios, hacen que Dios se convierta en un Dios personal, cercano, inmanente. ¿Acaso eso no es lo que queríamos todos (filósofos o no) desde el principio? Créeme, no hay manera más efectiva de conocer a Dios sino a través de las pruebas.

Como ya sabes, me gusta mucho escuchar música durante el día. Hace unas semanas tropecé con una canción de Maroon 5 que se llama “Memories”, muy pegajosa y tierna. Salió en 2021 y leyendo su letra sé que la canción habla de pérdidas a propósito de la pandemia. La melodía anima a brindar por los que quedamos y también por los que partieron, porque dice que así no olvidaremos por todo lo que hemos pasado. Sí, Adam Levine tiene razón, hemos pasado por mucho, pero también es mucho lo que hemos aprendido, a valorar la vida, a lidiar de frente con la enfermedad y también con la muerte.

Es que la vida está llena de alegrías, pero también trae sus sinsabores. Y, no lo dice ningún filósofo, pero lo digo yo… El sentido de la vida está en Dios, un Dios cercano, amante, que prueba nuestra fe y fidelidad, que quiere lo mejor de nosotros, aunque rara vez sea evidente. Y como decía mi amiga, una vez que pase la prueba vamos a entender y sabremos de un Dios grande, que no abandona, como el mejor de los amigos.

Dios tiene un propósito en todo lo que sucede, sea agradable o desagradable para nosotros. ¡No lo olvidemos nunca!

Por Francis Sanchez

Hola, soy Francis. Me gusta escribir y creo que lo hago bien. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre temas biblicos, ya que trabajo como voluntaria Sociedades Bíblicas Unidas de Venezuela.

Estoy casada y tengo dos hijos adultos. Mi hijo mayor siempre me ha impulsado a escribir y publicar. De hecho, este blog es su regalo de cumpleanos para mi

7 respuestas a «Conocer a Dios»

Excelente mi amada Francis, lo haces muy bien el Señor te siga usando para que puedas llegar y predicar su palabra hasta lo último de la tierra. Excelente tema muy oportuno como siempre.

Y Dios sabe cuanto he llorado con la canción que mencionas, recordando a tanta gente buena que se nos fue….entre ellos a Benny, nuestro amado Benny!

Buena reflexión Elenita, tu siempre tan sabia. La verdad es esa, a través de las pruebas es cuando más conocemos a nuestro Señor. Pienso que los filósofos jamás conocerán al Señor hasta que se encuentren con él.

Realmente Dios está allí junto a nosotros, esperando que lo busquemos. Se hace presente cuando lo llamamos. Lo malo es que no lo hacemos. Queremos resolver nuestras pruebas por nuestros propios medios y por nuestros conocimientos. Pero cuando vemos que no podemos es que clamamos a Él. Allí aparece como el caballero de la armadura a defendernos. Solo hay que esperar en Él y Él se manifiesta y empezamos a conocerle y a hacerlo más real y presente en nuestras vidas. Gracias hna. Linda manera de hacernos reflexionar.

Gracias muy gratificante la reflexión. Mis bendiciones y cariños. Dios siempre fiel .
A veces me hago la pregunta pregu ta de ñxq a unos le van tan bien y otros no tanto….

Exelente reflexión la cual nos recuerda, que Dios jamás podrá estar lo suficientemente lejos como para no llegar a estar, lo suficientemente cerca. La mejor área para percibirlo y sentirlo, se escurre un poco más allá del pensamiento e intelecto de lo intangible a lo tangible, ésta se situa en el campo de las batallas que a diario enfrentamos, y aunque el tropel de las pruebas levante una gran nube de polvo que nos impidan por momento verlo, nuestra credulidad y fe alientan nuestros corazónes, para no dudar de que Él está allí, y una vez la suave brisa de su gracia disipa la polvorienta prueba, lo vemos glorioso y triunfante justo a nuestro lado.

Gracias por tu valioso aporte, bendiciones de lo Alto..!!

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