Hoy, quiero compartir mi visión de la navidad como considero debe realmente celebrarse. No me anima el cambiar nuestras costumbres… Lo que sí me motiva es mostrar la necesidad de una navidad diferente, que tenga a Jesús como su centro… A ver qué te parece.
La navidad es una de las fiestas más esperadas del año. Es un mes de alegría, reencuentro familiar y recogimiento espiritual. Hay música por doquier, los niños gozan de un prolongado receso escolar y la familia se prepara para la celebración de la natividad del niño Jesús, cocinando ricas hallacas, acompañadas con pan de jamón, pernil, ensalada de gallina y el dulcito de toronja o lechosa. Las casas se decoran con colores alegres, con pesebres escenificando al niño, José, María, los pastores y los reyes de oriente. Las ciudades se visten de gala, con sus calles limpiecitas y casas recién pintadas, y se colocan adornos alusivos a la época navideña. Sin lugar a dudas, la navidad refleja cultura, tradición y religiosidad por doquier. Sin embargo, ¿es esto la navidad bíblica? Realmente no… Si bien tiene un valor cultural innegable, esta escena no es la navidad bíblica.
A veces, en el afán de la celebración decembrina, la escena descrita arriba se degenera y resulta en un corre corre de actividades y compras excesivas que distan mucho del propósito primario de esta celebración. Entramos así en una frenética ansiedad, a la espera de los pagos de aguinaldo para ver qué compramos: Los estrenos, los regalos, los ingredientes del plato navideño, la bebida, los adornos costosos, los electrodomésticos que podemos comprar sólo en esta época gracias al dinero extra que recibimos (cuando el dinero valía algo en este país). Esa misma ansiedad y alegría decembrina nos lleva a comer en exceso, afectando nuestra salud y presupuesto. Sin lugar a dudas, esta escena tampoco cumple con los parámetros bíblicos. Son meras costumbres de esta época que poco tienen que ver con la natividad de nuestro Señor Jesucristo.
Entonces, ¿cómo celebrar la navidad? ¿A quién celebramos y honramos? En este tiempo de enfermedad, pérdida de seres queridos, gran escasez y problemas socioeconómicos tan graves, es preciso reflexionar un poco sobre nuestra navidad y la verdadera celebración del nacimiento del Rey Eterno: Jesús.
La natividad del Jesús fue el cumplimiento de una profecía llena de esperanza, que anunciaba el nacimiento de un niño especial. Ese nacimiento tan esperado fue motivo de gran gozo, y Dios marcó la llegada de Su Hijo al mundo con mucha ceremonia, de manera sobrenatural y excepcional: Una doncella dio a luz al niño, una estrella guío a los visitantes, un coro de ángeles cantó de las bondades del recién nacido y unos importantes sabios de oriente emprendieron un largo viaje con regalos costosos para el niño Rey. La celebración del nacimiento de Jesús fue un gran acontecimiento que conjugó realeza y humildad. Todo esto hizo Dios Padre para celebrar el nacimiento de Su Hijo Jesús.
La Biblia cuenta de una navidad que gira en torno a Jesucristo, a Su nombre, realeza y mansedumbre. Todas las personas involucradas tienen su lugar y función en el evento, pero el centro siempre es el niño Jesús. La reflexión en torno a Su persona, Su obra y Su carácter eterno debe tener un lugar en nuestra fiesta familiar. Es preciso estar conscientes de que sólo Él (y no Santa Claus, el arbolito, o los duendes) es el motivo único de celebración. Todos deben saber que celebramos la venida del Salvador al mundo.
La navidad no es acerca de un servicio navideño lleno de villancicos, adornos alusivos a una celebración ajena al relato bíblico, o de personas que sólo prestan atención a la fiesta y al lujo. La navidad es un tiempo que debe movernos a adorar a nuestro Señor, en quien reposa todo el poder de Dios, y cuya presencia y obra trae paz a la tierra. El coro de ángeles que cantaban a la gloria de Dios en el nacimiento de Jesús tenía su mirada de adoración puesta en el niño. Los sabios de oriente buscaban al Rey eterno para adorarle, guiados por una estrella cuyo brillo rompía la oscuridad.
La natividad de Jesús es de suma importancia para la humanidad porque marca el momento de la encarnación de Dios. Es Emmanuel, “Dios con nosotros” en la tierra. Por lo tanto, toda celebración y encuentro familiar debe reservar un buen tiempo para resaltar la importancia de Dios encarnado: Un Dios hacedor del cielo y de la tierra que vino como un pequeñito con grandes nombres y títulos (Admirable, Consejero, Dios Fuerte, Padre Eterno, Príncipe de paz). ¿Por qué? Pues porque Jesús es el centro de la navidad.
Dios marcó el nacimiento de Su único Hijo realzando la realeza del niño Rey: La proclamación de su nacimiento con siglos de antelación, la estrella, lo ángeles, los regalos costosos, y hasta los líderes de Su tiempo atentos a Su llegada. El nacimiento de Jesús no es un evento menor, relegado y olvidado. Dios se encargó de cada detalle. Pero el lujo y el detalle eran para ensalzar a Jesús, no para dar brillo a nadie más. Por eso, creo yo que hay que evitar los gastos innecesarios en cuanto a vestimenta, banquetes, decoración que no giren en torno a nuestro Señor.
Venezuela pasa por momentos difíciles y hay mucha gente que no cuenta con lo básico para vivir. Limitemos nuestros esfuerzos económicos a lo necesario y honremos al Señor aún con nuestros gastos durante la celebración de la navidad. Esta debe ser nuestra actitud ante todo siempre, sea que gocemos de abundancia o pasemos por necesidad.
No perdamos la oportunidad de esparcir las Buenas Nuevas de Salvación a donde quiera que vayamos en navidad. ¡Jesús es la Buena Noticia! Que todos sepan que el niño Jesús vino a dar el regalo más grande e importante de todos: La vida eterna.
Y, por último, pero no menos importante, debemos estar conscientes que las costumbres culturales venezolanas asociadas a esta época del año son muy hermosas y significativas para todos los venezolanos, pero en ningún momento deben sustituir la verdadera celebración de la natividad del Señor. Cuando en nuestros hogares hagamos las celebraciones propias de esta época, estemos claros que, si bien son fiestas buenas para la reunión familiar, no representan la celebración bíblica del nacimiento de Jesucristo. Recordemos, el Señor Jesucristo es el centro de honra y celebración en navidad.
¡Celebremos en torno a Jesús!El Señor debe ser el centro de nuestra celebración, pues a Él es a quien celebramos… ¡Celebremos una navidad bíblica! Nuestros elementos culturales no deben opacar la natividad de nuestro Señor según lo describe la Biblia… ¡Celebremos con conciencia!Demostremos dominio propio en estos momentos difíciles. Nuestra celebración debe ser centrada y significativa.
3 respuestas a «Una Navidad diferente»
A veces no es fácil entre la familia romper o lograr que comprenda el verdadero significado de la NAVIDAD, una vez que pude comprenderlo me he enfocado en que sea visto, la verdadera NAVIDAD. Jesucristo.
Y lo enseño a mi generación
Maravillosa reflexión y exhortación. Hagamos eco del verdadero motivo de celebración; «La vida Eterna»dada por gracia.
Excelente Helena, Una reveladora verdad, expuesta con tanta sapiencia que nos lleva a la reflexión de saber cuan equivocados hemos vivido, producto del enlodado camino de donde hemos sido rescatados, por la gracia y misericordia de Dios, lo cual se resalta precisamente por ese Rey Santo y único que a ello vino, siendo ignorado por gran parte de la humanidad, por lo que (creo) que Dios en su infinito y ágape amor quiso rescatarnos, mostrándose en la persona de Cristo para hacer posible su propósito de salvación y vida eterna, puedo reconocer con tristeza cuán ciego hemos estado, con respecto a cuál debe ser nuestra actitud ante los que continúan ciegos de ésta hermosa realidad como es la celebración de Jesús Redentor; realmente la Navidad no es más que eso, pues lo demás es pura vanidad. Gracias Helenita por tu oportuna y magistral exposición de tan importante y único echo, que se ha llevado a un cúmulo de celebraciones, olvidando la importancia que ello representa para la humanidad entera, porque la humanidad entera es parte de la creación más importante para Dios, y lo podemos ver en que, por amor envió a su unigénito hijo, para que todo aquel que en El crea, no se pierda, más tenga vida eterna. Todo ello me lleva a expresar mi gratitud a Dios y exaltar tan hermosa celebración. ¡¡. Celebramos tu cumpleaños Jesús.!! Recibe gloria y honor. 👏👏👏👏👏👏💞