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¿La verdad?

Y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres”. Juan 8:32

En las últimas semanas hemos recibido el bombardeo de tres noticias sumamente mediáticas, noticias del corazón, como las llaman en España… Se las voy a recordar, ¡como si realmente pudiéramos olvidarlas!

Mario Vargas Llosa, uno de los hombres más geniales de las letras hispanas y Premio Nobel de Literatura 2010, se separó de Isabel Presley, una socialité española asidua en la prensa rosa. Después de 7 años de amores y de posar en cientos de páginas de ¡Hola!, el Nobel se dio cuenta que era poco lo que Isabel y él tenían en común (no, ¿en serio, Mario?).

Por otro lado, el Príncipe Harry publica sus memorias antes de cumplir los 40 años (de verdad, ¿qué tanto ha podido vivir?) y saca todos los trapitos al sol de su familia, de su padre (quien es un rey) y de su hermano (quien pronto será un rey). Todos comentan las confidencias de una familia que, por más que se empeñe en probar lo contrario, no es más que una familia como cualquier otra (¿o es que nunca nos hemos peleado con un hermano?).

Luego, unos días después, salta Shakira al ruedo con una canción donde cuenta todo sobre su relación, ya acabada, con Gerard Piqué, con el que sostuvo una convivencia matrimonial de más de 12 años. La Renault, con su Twingo económico, y la Casio, se vieron salpicadas sorpresivamente por la soberbia de la barranquillera, quien asegura que ella está a la altura de un Ferrari y un Rolex (sí, sumamente humilde la niña). Por lo visto, ella se olvidó que sus hijos escuchan sus canciones.

Antes de que te preguntes si me volví loca y me olvidé de la Biblia y la filosofía, déjame llegar a donde quiero llegar… Estas 3 personas, Mario, Harry y Shakira, todos han asegurado tener, no LA verdad, sino SU verdad. Todos, con diferentes grados de dignidad o por vía de terceros, exponen razones, relatan episodios e insisten que, aunque los hechos pueden variar, ellos quieren que todos conozcan SU verdad. Y yo me pregunto, rascándome el coco, a qué se referirán estos tres.

Eso de MI verdad, SU verdad es una tendencia ahora que usan como una vía de escape para mentir a conveniencia y sin consecuencias. ¿Qué pasó con LA verdad? Tal parece que se fue para nunca más volver. Es que, realmente, ¡los absolutos ya no tienen ningún valor en el mercado!

Sí, el problema está en el total irrespeto a los absolutos. Ahora hay un empeño por impulsar verdades que sólo justifican conductas reprobables. Pero antes no era así. ¿Tú te imaginas la cara de nuestras madres si nos hubiésemos defendido de cualquier travesura con semejante salida? “Mamá, sí, me comí todos los chocolates, pero los chocolates del mundo entero me pertenecen, y en realidad, no me hacen daño. Esa es MI verdad, no importa cuánto me duela la panza”. ¡La bofetada ante tal respuesta no sería nada normal!

Pero los padres, todos en realidad, debemos enfrentarnos a este tipo de situaciones cada día… En aras al respeto a la individualidad, estamos inmersos en una vorágine de mentiras e incongruencias que minan nuestro razonamiento. Todo en este mundo depende del cristal en el que se mire, todo es relativo a una serie de circunstancias personales, y nunca se ve al otro, al colectivo, al simple, sencillo y plural sentido común.

Y, ahora sí, ¿qué dice la Biblia acerca de LA Verdad? Pues, dice que la verdad es una sola, e incluso dice que la verdad es una persona. ¿Qué? Así como lo lees, la verdad es absoluta y es una persona.

Jesús es famoso por sus innumerables YO SOY. Jesús afirma, en muchos episodios narrados por Juan, que Él es la puerta, Él es el pastor de ovejas, Él es la luz del mundo, Él es el camino, Él es la vida, Él es LA Verdad… Y esos YO SOY no están regados en el texto desprovistos de intención. Cada vez que se ve un YO SOY, Jesús afirma, sin más, que Él es Dios.

En Juan 14:6 Jesús dice: “Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre sino por mí”. Y sí, es cierto, no podemos juzgar las verdades personales de Mario, Harry o Shakira a la luz de La Verdad que es Jesús, pero sí podemos entender cómo es que la verdad es una y no se tuerce a conveniencia ni a placer.

La Biblia habla de la verdad y no, no la disfraza. La Palabra de Dios dice que somos criaturas hechas a Su semejanza, y también dice que somos pecadores, y que ese pecado nos separa de Dios. Las Escrituras también dicen que Dios mandó a Su Hijo al mundo, el LOGOS encarnado, para acabar con esa separación. Mediante el sacrificio de Jesús, todo aquel que crea en el Señor será salvo y podrá reconciliarse con Dios.

Ese es un resumen bastante conciso de La Verdad de la que habla la Biblia. ¡Y con ESA verdad, no hay tu tía! Y el mundo relativo y mentiroso ha tratado de escamotear esa verdad y su realidad, haciéndole creer a la gente que las cosas pueden variar según como se las vea… “¿Pecador yo? No, yo no soy pecador, sólo soy una persona con ciertas debilidades. En realidad, no estoy separado de Dios, ¡hablo con Él todos los días! Yo soy más bueno que el pan”. Este mundo necesita entender que la verdad es una sola, que no se puede torcer, cambiar o versionar, por más que nos convenga.

Y, antes que lo digas tú, lo digo yo… No puedo comparar la verdad de Mario, Harry o Shakira con LA Verdad bíblica, porque, si bien es cierto que la verdad debe ser siempre la verdad, toda historia tiene dos lados. Pero, hay una línea muy fina entre mi visión personal de las cosas y la verdad o la realidad de lo que pasó. Y este mundo, esta generación, no entiende esa simple distinción. Poco a poco hemos ido torciendo la verdad hasta convertirla en un parapeto, en una sombra que pronto terminará de borrarse, en una burla a la moral. Y toda verdad que no es completa es sencillamente una mentira.

Como yo veo las cosas, la verdad es que Mario, muy a pesar de su edad y su estatura intelectual, permitió que su bragueta desviara su vida por derroteros nunca imaginados. La verdad es que Harry no termina de crecer y además entender que los trapos sucios se lavan en la intimidad familiar, y que debería dejar de ser un títere de su mujer. La verdad es que Shakira, por más dolida y humillada que esté, no puede actuar sin medir las consecuencias que sus acciones puedan resultar en la vida de sus hijos, y que el dinero no lo es todo.

Jesús dijo que conociendo la verdad seremos libres. Entendiendo que Él es La Verdad, sólo conociéndolo a Él podemos decir que seremos libres de la mentira y el engaño en los que este mundo nos quiere meter. Eso tiene claras implicaciones salvíficas y eternas, pero también apela al criterio, al sentido común y a los valores éticos que deben signar nuestras vidas, si de verdad queremos vivir una vida buena, esa que vale la pena vivir.

Por Francis Sanchez

Hola, soy Francis. Me gusta escribir y creo que lo hago bien. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre temas biblicos, ya que trabajo como voluntaria Sociedades Bíblicas Unidas de Venezuela.

Estoy casada y tengo dos hijos adultos. Mi hijo mayor siempre me ha impulsado a escribir y publicar. De hecho, este blog es su regalo de cumpleanos para mi

6 respuestas a «¿La verdad?»

«Este mundo necesita entender que la verdad es una sola, que no se puede torcer, cambiar o versionar, por más que nos convenga» .

Santifícalos en tu verdad; tu palabra es verdad.
Juan 17:17

Excelente artículo, una lectura fresca de un tema complicado y profundo pero que al leerlo de su puño y letra se hace sencillo y de fácil comprensión. Gracias!

Me encanto tu publicación y solo puedo agregar que detrás de una mentira disfrazada de verdad hay algo que quieres recuperar o ganar o simplemente llega al pecado más grande de todos la vanidad o poder y en los tres casos está presente la pérdida de algo que querías y que te dejó a un lado gracias por tus escritos siempre los leo .

BRAVO, FRANCIS! no se si será porque fuimos criadas por la misma madre, pero pienso igual, en contraposición con muchas posiciones que defienden sus propias «verdades» Dios bendice tu pluma!

La verdad está en el encuentro con el otro..es personal e íntimo y no un camuflaje a través del cuento entre vientos del innombrable, ni el libro en que se victimiza, ni en la canción que destroza, actos de los mencionados, ello solo es vanidad..soberbia… arrogancia, solo ganar ante el mundo y perder el alma(Mc.8:36)

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