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El modo Miss Venezuela

En una noche tan linda como esta… cualquiera de ellas podría triunfar, y por fin su sueño realizar”.

¿Recuerdas los certámenes del Miss Venezuela? Eran tan populares… El país se paralizaba por completo, para ver a cada una de las participantes, para disfrutar de ese gran espectáculo, para evaluar cada uno de los trajes, y para soñar con el seguro triunfo internacional de la ganadora criolla. Las candidatas en estas gestas de belleza siempre son tan jóvenes, tan inexpertas que es increíble que se pretenda que una chica de 17 años actúe con elocuencia, seguridad y aplomo. Ante la típica pregunta de qué deseas lograr en este mundo, la respuesta siempre fue la misma, clásica y esperada: “Yo deseo lograr la paz mundial” … En un solo año, viajando, visitando escuelas, apareciendo en la tele, y patrocinando atunes y cereales. Sí, ¡cómo no…!

Bueno, hoy yo estoy en modo Miss Venezuela. Hoy quiero hacer una lista de las cosas que quiero lograr para el año 2021. Voy a hacer una especie de tormenta de ideas, así que esos sueños que voy a compartir aquí van a aparecer sin orden ni concierto. Ninguno de estos sueños es más importante que otro. Sencillamente son expresiones de los anhelos más urgentes de mi corazón.

En el 2021 yo quiero visitar a mis hijos en Uruguay y Argentina… Y la verdad, no sé cómo lo voy a lograr. Esto de la pandemia es taaaan complicado. Aún no sé si las fronteras están abiertas, no sé si hay aerolíneas que salgan desde Venezuela, no sé si debo hacerme un examen de Covid-19… Tampoco sé si debo cumplir cuarentena en mi destino final. Es tanta la incertidumbre que me siento paralizada totalmente. Eso sin contar con que tengamos los recursos para comprar los pasajes de ida y vuelta… Bueno, sea como sea, ya tengo mis pasaportes listos, y estoy en las manos del Señor. Quiero ver a mis hijos, hace más de año y medio que no los veo y ya el corazón me duele demasiado… Ya se hace justo y necesario ese viaje.

Este año que viene quiero que Venezuela cambie para bien… Y no sé cómo lo vamos a lograr. Es que quiero un país libre, y por libre me refiero a un país donde la lucha no sea por lo básico, sino más bien por lo superfluo. No puede ser que vivamos en un país sin los servicios más básicos, como la luz, el gas, el agua, el internet, la alimentación. No puede ser que vivamos en un país sin derechos, como a la identificación (no hay cédulas ni pasaportes, ni partidas de nacimiento, nada), a la preservación de la vida, a la propiedad, a la educación adecuada, a la salud, a la protesta. No puede ser que no podamos elegir a nuestros gobernantes desde una tolda o tendencia política diferente. Nada de esto tiene sentido. Yo quiero que mi país cambie. ¿Acaso es mucho pedir?

En el 2021 yo quiero que se controle, acabe o erradique el Covid-19. Quiero que se acabe la cuarentena, quiero dejar de usar mascarilla, quiero besar y abrazar a todos los que amo. Quiero trabajar y salir libremente, sin restricciones ni miedos, quiero que no muera más nadie de esta enfermedad que ha sido un azote para el mundo entero. Quiero que se abran las fronteras, la economía, las escuelas, los parques… Pero, por encima de todo quiero que si la enfermedad no se acaba ni se controla, la gente respete los protocolos y la prudencia de los demás. En el 2021 no quiero ser juzgada de miedosa, timorata, insegura, antisocial y falta de fe si me aferro al tapabocas, y si no quiero contacto físico con nadie. Quiero respeto… ¿Será posible?

En este nuevo año que está por comenzar, quiero que mis sobrinos puedan tener acceso a una educación de calidad, con las escuelas abiertas, con maestros sensibles y comprometidos, y que se acabe la tontera de las tareas en casa, que son muy inútiles, y un fraude total. Quiero que todos los niños y jóvenes puedan socializar y despegarse de la computadora, del teléfono y de la esclavitud del internet. Creo que estos meses de encierro han acentuado la fiebre y la dependencia tecnológica, y quisiera que eso acabara. Lo sé… ¡Es más fácil abogar por la paz mundial!

En el 2021 quiero que mi esposo y mi hermano dejen de luchar por mantener a flote sus empresas… Es extremadamente difícil trabajar en las condiciones tan precarias de nuestra economía nacional. Quiero que mi esposo descanse, encuentre su pasión de nuevo, y deje de estar amargado por los dólares, por los suministros, por los clientes, proveedores y empleados. Quiero que él y mi hermano encuentren buenos contratos y disfruten su trabajo, porque yo sé que les gusta lo que hacen, pero es difícil mantener la alegría bajo circunstancias tan duras. No pido riquezas… no, pero sí solvencia, estabilidad, contentamiento y pasión. ¿Te parece mucho?

Quiero que en este nuevo año podamos reanudar el trabajo en persona con nuestros traductores indígenas. ¡Hace tanto tiempo que no los visitamos! Quiero volver a los entrenamientos, chequeos, consultas… y las risas, el compartir los alimentos, adorar juntos al Señor. El trabajo este año ha sido terrible, todo por WhatsApp y Zoom, y pues no es lo mismo. Es necesario un contacto más cercano, más personal, para apoyar, motivar, corregir, enseñar y aprender. Ahora con el problema de la gasolina es aún más difícil, pero confío en el Señor que Él va a encontrar una manera para que continuemos con la traducción bíblica.

Y finalmente, en el 2021 quiero profundizar mi relación con el Señor… Quiero seguir sumergiéndome en Su Palabra, quiero depender más de Él, quiero ser menos terrenal, ¡o menos mundana, como diría mi madre! Quiero agradar a Dios en todo.

La Palabra de Dios dice que no tenemos lo que queremos porque no sabemos pedir… Y tú te preguntarás, ¿cómo hay que pedir? Personalmente creo que cuando pedimos algo a Dios debemos hacerlo de acuerdo a Su voluntad y no la nuestra… Mateo 7:7-12 dice que pidamos y se nos dará, como todo buen padre provee y da lo necesario a sus hijos. Bueno, ya el Señor sabe lo que quiero, ahora lo que hay que esperar es que Él responda en Su tiempo. Dios siempre responde a nuestras peticiones, aunque a veces no lo haga de la manera como esperamos o queremos.

Osmel Souza debe estar aliviado de que yo nunca haya querido ser Miss… ¿Te imaginas esa lista tan larga de propósitos y sueños ante la pregunta de siempre? Seguro que cortaban la transmisión y, ¡no hubiese ganado el certamen ni pagando!

Y tú, ¿qué quieres para el 2021?

Por Francis Sanchez

Hola, soy Francis. Me gusta escribir y creo que lo hago bien. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre temas biblicos, ya que trabajo como voluntaria Sociedades Bíblicas Unidas de Venezuela.

Estoy casada y tengo dos hijos adultos. Mi hijo mayor siempre me ha impulsado a escribir y publicar. De hecho, este blog es su regalo de cumpleanos para mi

5 respuestas a «El modo Miss Venezuela»

Amén y amén. Un abrazo fuerte mi querida Helen…bendiciones sobreabunden y que Dios cumpla cada uno de los anhelos de tu corazón conforme a su voluntad

Que Dios conceda cada uno de esas peticiones. Mi querida Helena, para Dios no hay nada imposible todo nos he posible si creemos Él. Abrazo!!!

Amén… A todas tus peticiones, mi amada Francis, porque creo fehacientemente que es un sentir colectivo en nuestra amada y tan maltratada Venezuela. Te deseo todo lo mejor para este 2021 y quiero darte infinitas gracias por compartir tan gran sabiduría a lo largo del 2020. Dios te bendiga grandemente…

Hola hermana, Dios te siga bendiciendo. Felicitaciones por tu blog, lo haces muy bien. Sabes que , muchos de tus deseos también son mis deseos . Esperamos en el Señor que se cumplan esos deseos de nuestro corazón. FELIZ 2021. Un abrazo.

Amén Helena😔 esos deseos son colectivos, recientemente discutí con un comerciante, por querer quitarme todo mi dinero en una compra, y me sentí tan mal, humillada y muy triste regresé a casa sin la compra, y ore a mi señor pidiendo todas esas cosas que tú deseas en tu corazón, Helena es un sentir, la gente está sufriendo, pero como tú dices, es muy cierto, que sea como Dios quiera, que se haga su voluntad y no la nuestra después de todo el es soberano y sabe hasta cuándo es el nivel de aguante de este pueblo maltratado, humillado, vejado, ultrajado, robado, devastado. Todos los apelativos que terminen en do» sean destruidos por la poderosa mano de nuestro señor Jesucristo. Estuvo muy acertada tu escritura para este tiempo Helena Dios te bendiga y gracias.

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