“La juventud sonríe sin motivo. Es uno de sus mayores encantos” (Tomado de “El retrato de Dorian Gray”, de Óscar Wilde).
El retrato de Dorian, del escritor irlandés Óscar Wilde, es una increíble novela sobre la eterna juventud, y lo devastador que sería para el yo interior el ser joven por siempre. El libro habla magistralmente de arrogancia, altivez, egoísmo y superficialidad; de una apariencia externa joven, atractiva e impecable, mientras el interior se pudre, se corroe, y es un completo horror. A mi parecer, Wilde prueba que envejecemos por nuestro propio bien.
Un día llegó mi esposo del trabajo y se encontró con abanicos en la sala, en la cocina, en la oficina… a donde quiera que iba se topaba con ellos. Y por supuesto, me preguntó, “¿por qué hay tantos abanicos por toda la casa?” Yo, respiré hondo y le dije, “¿tú recuerdas a la chica de 17, muy delgada, de la que te enamoraste? Bueno, ¡esa chica ya no existe! En su lugar te dejaron a una señora, acalorada, rechoncha y refunfuñona que parece la madre de aquella jovencita que conociste alguna vez…” Mi esposo, como siempre, se echó a reír. “Mira que eres exagerada”, me dijo. Pero no, no exagero. Hace rato que me veo al espejo y no reconozco a la persona que se asoma allí.
Envejecer no es nada fácil. Para mí ha sido como un elefante que parece haberme caído encima de un día para otro. El cuerpo delgado y firme dio paso a uno que, para no ofenderlo, digamos que está entrado en carnes. Y mi cabello, que ha encanecido progresivamente desde mis 30 años, cada vez es más blanco. A las 2 de la tarde ya el cansancio me obliga a hacer un alto. Mi estómago se ofende si como algo ligeramente pesado, y Morfeo me abandona muuuy temprano, en la madrugada. Mis pómulos están caídos, y mi mirada ya no es fresca (Francamente, soy el sueño de un estudiante de cirugía plástica). Pero, lo peor es verse en fotos actuales y no reconocerse. En abril de este año mis sobrinos me tomaron fotos por mi cumpleaños y, de verdad, estuve a punto de pedirles que no las enviaran a nadie. La vieja que se asomaba entre tanto niño, sencillamente no era yo. Pues sí… ¡Cada vez me parezco más a las mujeres que pintaba Picasso!
No te creas, la juventud también tiene sus sinsabores, ¡claro que sí! Eso de no saber a ciencia cierta quién eres, ni lo que quieres es francamente desesperante. ¿Y qué de la inseguridad? Nunca eres lo suficientemente bonita, ni inteligente, ni asertiva… Nunca sabes qué decir ni cómo decirlo. Vas por la vida como a tientas, unas las pierdes y otras las ganas, porque pareciera como si no tuvieras control de nada. No, realmente no me gustaría regresar a mi juventud. Porque es que, con el paso de los años, me encuentro más feliz, más plena. Cada día que pasa yo me siento mejor, conmigo misma y con los demás. Sí, no todo lo que viene con los años es malo… Atrás quedaron las inseguridades, la inexperiencia, las responsabilidades agobiantes, el no saber qué hacer. En su lugar está una mujer satisfecha, segura y cómoda consigo misma, que ya no tiene que probar nada a nadie.
¡Cómo me gustaría regresar a la universidad, ahora que sí me gusto! Sería toda una sensación. Finalmente podría expresar todo lo que siento sin temor a equivocarme. Enfrentaría todos los retos con conocimiento, con un “savoir faire” que sólo goza el que ha vivido mucho. ¡Disfrutaría tanto de esa experiencia! No sería un sueño, ¡sería un ensueño hecho realidad! Pero la vida está diseñada al revés. Lo mejor de la vida lo vives cuando eres una persona incompleta, a medio hacer… ¡Eso no es justo!
¿Sabes qué? La Biblia también habla de la vejez. Proverbios 16:31 dice que las canas son una linda corona, ganada por una conducta honrada; y en 20:29 dice que mientras los jóvenes encuentran su gloria en la fuerza, los ancianos encuentran la honra en sus canas. También dice Job 12:12 que los ancianos tienen sabiduría, pues la edad les ha dado entendimiento… Es que estamos hablando de culturas donde la vejez es un honor ganado a pulso, por una vida bien llevada, bien vivida, porque es que, la expectativa de vida era muy corta en ese entonces. Llegar a viejo era todo un logro, una honra, merecías respeto. Hoy, pareciera que el ser viejo es algo de qué avergonzarse, el mundo está hecho para los jóvenes, y quien pase de los 45 ya es una persona sin valor… ¡Cuánto debemos aprender de otras culturas, donde la persona mayor es honrada por sus años, y sus arrugas son surcos que atestiguan de una vida larga y buena!
Yo tengo canas desde antes de mis 30 años, y la verdad es que me encanta cómo me quedan. Cada vez que voy a la peluquería, todas se asombran de mi cabello y se lamentan por no tener canas que se esparcen por la cabeza uniformemente, como las mías. Pero, la verdad es que ninguna se atreve a dejar de teñirse el cabello. Y las entiendo… Las canas envejecen a cualquiera, así tengas 25 años. Cuando tienes 50 te hacen ver muy mayor.
Mi esposo siempre me ha dicho que soy bonita… y está bien, se lo creo. Pero también sé que me ama y nunca diría lo contrario. Pero en estos días me dijo algo que me perturbó. Ante la pregunta de si aún me encontraba atractiva, me dijo, “para una señora de tu edad te ves muy bien”. La verdad, él no sabe cuántas vueltas dio ese simple cumplido en mi cabeza. El problema es que los hombres no piensan lo que dicen, son demasiado básicos, siempre creen que las palabras tienen un solo sentido. ¡No saben cuánto se equivocan!
Me voy… Ya me duele todo de estar en esta silla. Sé que tengo que hacer algo, pero ya se me olvidó. Pero, más importante aún, debo ir a tomar el Omeprazol, porque es media hora antes de la comida… ¡Ay, la vejez!
8 respuestas a «Mi reflejo en el espejo»
Felicitaciones por compartir tu manuscrito.
Espero realices la meta de cualquier escritor. Porque siempre se tienen expectativas cuando iniciamos algún proyecto.
Éxito..!
Creo que envejecer es una bendición que muchos jóvenes hoy en día no disfrutan, hemos aprendido tanto y aún disfrutamos de nuevos conocimientos. Gracias por compartir tu sentir. Bendiciones…
Me encanta como escribes, se hace muy facil y a la vez divertido, la tecnica leer riendo me gusta. Te felicito y muchas bendiciones y tengo 54 años y todo lo que escribes, me sie to muy identificada. Pero la buena noticia lo mejor esta por venir y Dios sigue en su trono.
Hele, espero cada jueves con ansias tus reflexiones, y es que, como te dije en privado cada día te superas….y ni que decir de tus reflexiones bíblicas, que inspiran mi vida
Cada etapa de nuestra vida es un regalo de Dios, por ello vivir en paz con El y aceptar con mucha inteligencia,dignidad y además gozarme cada instante de esa vida, q seguramente no me merezco, es mi meta, a estas alturas de mi existencia. felicitaciones pq el tema es muy interesante y me gusta mucho tu manera jocosa de abordarlo.
Creo que tu esposo tienes razón con lo que dices de ti misma Francis, si tú te vez ahora gorda, que puedo decir de mi en este tiempo, empezando por que tengo un relojito atrás que me dice constantemente que estoy vieja, cuando me habla y no le presto atención, me dice: "hay abuela tu estás vieja de verdad, porque te hablo y no me escuchas" se trata de mi nieta Daniela de 5 años, ahora el nieto varón de 8 años Santiago no me echa en cara mi vejez de esa manera, él me trata con mucha delicadeza, como cuando tu tienes algo muy frágil en tus manos y cuida de que no se rompa, bueno ambas maneras las disfruto . Sólo le pido al Señor que me de muchos años más para disfrutarlos en varias de sus etapas de la vida, claro que no en todas porque es imposible.
Francis le doy gracias al Señor por darme otra oportunidad de volver a sus caminos porque soy como esas personas que nombran este versículo biblico: «Acuérdate de tu Creador en los días de tu juventud, antes que vengan los días malos, y lleguen los años de los cuales digas: No tengo en ellos contentamiento;»(Eclesiastés 12:1), que no valoraron la importancia en dejarse dirigir por Dios y hoy no me da contentamidnto mis años de joven y lo que prefiero es olvidarlo, contemplar en el presente y extenderme al futuro, como dice Pablo en Filipenses 3: 13.
Disculpa si me pasé en hablar de etapas de mi vida, es que tu artículo hace que uno también reflexione en esas cosas, porque a todos nos sucede, el que recuerde su pasado y lo compare con el presente con alegria o con con tristeza, según sea el caso.
Gracias Francis, muy bueno.
Eres la mejor, definitivamente me encanta tus lecturas
Dios te bendiga y siga usando. Me pareció una reflexión muy linda y buena. Cada dia nos lleva a mas años y la calma y sabiduria de la vejez nos hace añorar experiencias activas vividas, pero si regresamos a ellas añorariamos la calma y sabiduria de ahora. Quien entiende??? Gracias por tu relato, nos hace apreciar la calma.