“Incomparable eres tú, Jerusalén; ¿qué más te puedo decir? ¿Qué puedo hacer para consolarte, bella ciudad de Jerusalén? Tus heridas son muy profundas; ¿quién podrá sanarlas? Lamentaciones 2:13 Estamos en una sociedad donde mostrar debilidad y dolor no está bien visto. Se nos ha enseñado a ser fuertes, a guapear valientemente y a no llorar, […]