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Lectura Bíblica

Mirada absoluta

Nada hay absoluto. Todo se cambia, todo se mueve, todo revoluciona, todo vuela y se va”. Frida Kahlo

Estas dos últimas semanas he estado en un curso de Cultura y Biblia. Se trata de una mirada a las culturas reflejadas en el Antiguo Testamento, y las culturas reflejadas también en el Nuevo Testamento. Para ello nos hemos adentrado a la historia, la arqueología, la literatura, la antropología, la lingüística, la filosofía y otras disciplinas para entresacar enseñanzas útiles acerca del mundo antiguo y sus esquemas de pensamiento, aquellos que ayudaron a moldear el pensamiento bíblico. Me acompañan profesores expertos en la materia, y compañeros que también tienen su camino recorrido en el tema. El curso es una verdadera delicia, y yo navego en sus aguas con avidez y cautela… Avidez porque es mucho lo que aprendo y mucho lo que no sé, cautela porque lo secular se enfrenta con poder a la fe sencilla y absoluta.

En una de los encuentros entramos en la discusión sobre verdades universales y sus absolutos. Un compañero, pastor, antropólogo y filósofo, decía que había que tener cuidado con el carácter universal y los absolutos en la Biblia porque, aseguraba él con certeza, los valores de nuestros pueblos autóctonos tienen un espacio valido y único en su cultura. Este educado compañero decía que la imposición de valores ajenos a la cultura era una forma de colonialismo, del cual él no quería hacerse eco… Hubo un gran silencio en la sala virtual, roto por una pregunta completamente lógica de parte del moderador del encuentro: “Si no podemos tomar en serio los valores universales y absolutos de la Palabra de Dios, entonces, ¿para qué se traduce la Biblia? ¿Qué estamos haciendo aquí?” Oye, ¡me quitó la palabra de la boca!

La Biblia tiene mucho que decir a la humanidad toda, y no es que mi compañero haya menoscabado la autoridad bíblica, pero a mí parecer, coloco la cultura por encima de la Palabra de Dios. Sí, yo creo firmemente en la validez de los absolutos y en su pertinencia para la vida de la humanidad ayer, hoy y siempre. Y claro que entiendo que este tipo de discusiones tienen su lugar y su momento, pero su contenido no deja de inquietarme. Desde el punto de vista intelectual yo puedo entender hacia dónde van los tiros y su validez para el debate bíblico, pero en mi fuero interno, mi fe se ve enfrentada. Y créeme, no puedo dejar de pensar en el asunto.

¿Qué dice la Biblia acerca de mí? Bueno, en primer lugar, la Palabra dice que soy pecadora, que hay serias fallas en mi naturaleza que hacen que mi relación con Dios sea completamente inexistente. En este estado de cosas, no hay nada que yo pueda hacer para cambiar mi vida. Esta realidad no es sólo mía sino de todos los pueblos y todas las culturas. Los valores de este mundo están distorsionados, desdibujados y desvirtuados por la realidad caída. No hay nada que este mundo pueda ofrecer para revertir esta separación absoluta de Dios.

Pero Dios, en su infinita misericordia, orquestó un plan para cambiar la realidad caída de este mundo a una restaurada. Mediante el sacrificio del Señor Jesucristo, podemos alcanzar salvación, y el puente de amistad entre Dios y la humanidad se restablece. Ahora sí podemos relacionarnos con Dios porque, si aceptamos ese sacrificio, también aceptamos vivir de acuerdo a los preceptos de Dios, porque entendemos que, si Él dio la vida por nosotros, nuestra vida ahora le pertenece.

Esta nueva relación con Dios está signada por un llamado a la santidad, porque es que Él ha sido claro, sin santidad nadie podrá verle a la cara y estar en Su presencia. ¿Cómo podemos alcanzar esa santidad? Siguiendo Sus preceptos, guardando los mandamientos establecidos en Su Palabra. Punto. Eso es todo.

Yo estoy completamente segura que mi compañero de clase sabe todo esto. Estoy segura que en esto cree, yo sé que él arropa la voluntad de Dios en su vida. No aclaro estas cosas porque él no las sepa o no las predique, o no sean una realidad en su vida. Las puntualizo porque, en el fragor y la altura de la discusión, él y todos nosotros parecemos olvidar estos puntos claves de pertinencia eterna. Y me pregunto, ¿cabe la fe en este foro? ¡Por supuesto que sí! El foro no tiene lugar sin la fe. No quiero discutir Biblia sin que la fe no medie entre las partes, sin que no sea parte integral de toda la discusión.

Nuestros pueblos indígenas necesitan a Dios, conocerlo, entender que ese Dios que ven en la naturaleza y que encuentran poderoso y providencial, allí en medio del relámpago y el arcoíris, es ese mismo Dios que necesitan aceptar y honrar, para el bien de su destino eterno. Los preceptos de Dios no son ajenos a la humanidad, están allí para que la humanidad los practique y los haga suyos. ¿De qué otra manera podemos llegar a Dios y alcanzar sus altos estándares morales y de santidad, sino tenemos acceso a Su Palabra?

Como siempre, puedes o no estar de acuerdo conmigo. Puedes disentir en el espacio destinado a comentarios. Pero, lo verdaderamente importante no es dar tu opinión, sino entender qué papel juega Dios en tu vida. Dios es un Dios de absolutos y de verdades y valores universales. Mientras más pronto entendamos esto, más fácil será nuestra vida presente, futura y eterna.

Lo siento por mi amada Frida Kahlo… Hay cosas que nunca cambian, hay absolutos que permanecen eternos, hay inamovibles que están allí para cambiar vidas. ¡Sí señor!

¡Ay, cómo me gusta entrar en debate!

Por Francis Sanchez

Hola, soy Francis. Me gusta escribir y creo que lo hago bien. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre temas biblicos, ya que trabajo como voluntaria Sociedades Bíblicas Unidas de Venezuela.

Estoy casada y tengo dos hijos adultos. Mi hijo mayor siempre me ha impulsado a escribir y publicar. De hecho, este blog es su regalo de cumpleanos para mi

2 respuestas a «Mirada absoluta»

Completamente de acuerdo…. podemos debatir y podemos encontrar controversias pero todas ellas a la luz de la Palabra de Dios se desvanecen. Solo hay una verdad, y me encanta haber aprendido, especialmente contigo, la importancia de llevarlo TODO al lente de la Palabra de Dios…. la Palabra de Dios es clara e inerrante, infalible e inspirada, entendamos o no algunas cosas es en ella donde encontramos la instrucción y la guía que necesitamos. Nuestro punto de vista debe ser siempre ajustados al lente fiel de la Palabra de Dios. Excelente Francys por este tema

Me encantó este tema. Aparte de llevar a la reflexión individual que creo es fundamental pecisamente en estos tiempos, donde a veces se cuela el mosquito y se pasa el camello; también nos lleva a reenfocarnos en la realidad del entorno del que no conoce a Dios y que aún por encima de su cultura y de su arraigada creencia hay una verdad absoluta que si la cree o no, no dejará de ser; que si la acepta o no, no dejará de trascender.
Creo que cuando conocemos esto entendiéndose el conocer como el acto completo de intimidad con la palabra y las verdades absolutas en ella, cuando disponemos nuestro corazón y sometemos nuestra voluntad al propósito y obra del Señor, él, por medio de su Espíritu Santo da las estrategias para alcanzar a aquellos que han de conocerle y ser parte de su cuerpo.

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