“Si el hombre tiene una idea de Dios, Dios debe existir formalmente”. Baruch Spinoza.
¡DIOS! Para mí, como ya lo he establecido en ensayos anteriores, Dios no supone un problema, más bien es una Persona en la que me gusta pensar, en cuya voluntad intento someterme a diario. Este es un ejercicio ambicioso que exige la negación del yo para abrazar la soberanía divina. No siempre se logra, no.
La filosofía me gusta porque te lleva de la mano a pensar en aquello o en Aquel que muchas veces olvidamos, con la zafra de la vida y sus afanes. Pensar a Dios es una actividad obligatoria de toda persona que se hace las preguntas que hacen escozor en el alma: Quién soy, de dónde vengo, a dónde voy, por qué estoy aquí… Y sí, todas esas preguntas tienen que ver con Dios, porque Él ha originado todo, y Él es final de todo.
Se nos ha pedido leer la Ética de Spinoza… A propósito de ello, nunca he entendido la fascinación de algunas personas por las matemáticas y la lógica. Los números, operaciones, teoremas, axiomas y ecuaciones son un completo enigma para mí. No así las humanidades… La literatura, la antropología, el lenguaje, el arte son disciplinas en las que me siento como pez en el agua, pues apelan a mi espíritu, mueven las fibras más íntimas de mi ser y con ellas me soslayo en reflexiones muy nutritivas.
Esta Ética de Spinoza ha sido un verdadero dolor de cabeza para mí. ¿Cómo es que se le ocurre a Spinoza recurrir a la ciencia para explicar lo inexplicable, lo que sólo se puede explicar por medio de la fe, lo que no se puede observar, que es insondable, inconmensurable, un ser que a claras luces no se manifiesta de manera palpable, que es incorpóreo? Lo único que justifica este acercamiento tan inusual a lo divino son los conceptos de infinitud, totalidad y eternidad que las matemáticas y la lógica desarrollan tan bien y que sirven a las mil maravillas para atribuírselas a Dios. Sí, ¡Él es infinito, total y eterno!
Baruch Spinoza me ha sorprendido con sus conclusiones acerca de Dios. El recurso que ha utilizado, la lógica, a simple vista se me antoja árido y desprovisto de profundidad para adentrarse a un terreno tan insondable como es lo divino. Y no, no pude leer más que unas pocas páginas para percatarme que los axiomas, propiedades y escolios no son lo mío, no entendí mucho. Una que otra línea como que me asomaba alguna luz sobre el tema. Pero al recurrir a comentarios sobre su Ética en Sentido Geométrico y enfrentarme a un compendio sucinto de sus proposiciones acerca de Dios, me encuentro con un Dios acertado y un Spinoza esclarecido.
Nada existe fuera de Dios, Dios es la totalidad de la realidad, la sustancia es la causa primera que es Dios, somos la extensión de Dios, Dios obra a través de nosotros, la sustancia que es Dios no depende de otras cosas para existir, Dios es infinito eterno totalidad, a más complejidad más atributos, Dios es omnipotente y posee infinitos atributos, Dios es el único que puede crear sustancia, sin Dios nada puede ser concebido, Dios actúa por su cuenta, Dios es causa inmanente, Dios y Sus atributos son eternos.
¡Haber llegado a estas conclusiones sin recurrir a la teología, a la literatura o a la religión es un verdadero logro! No en vano Albert Einstein declaró creer en el Dios de Spinoza: Un Dios totalmente razonado, producto de la lógica más pura. Pero, aquí me quiero detener… ¿El Dios de Spinoza es diferente al Dios bíblico, al Dios teológico, a Dios? Yo creo que Dios es uno solo, punto. No hay tal cosa como el Dios de Spinoza, de Einstein, de Morales, de Sánchez. No, Dios es Dios, el Yo Soy El Que Soy. El que varios filósofos se hayan dedicado a pensarlo no quiere decir que lo posean, que lo hayan agotado, que tengan a ése Dios agarrado por la chiva… “El Dios de Spinoza” habla de un intento decente de acercársele, no más que eso.
“El Dios de Spinoza” es muy acertado, muy bíblico, muy lógico. Estoy de acuerdo con gran parte de sus conclusiones, me parecen, educadas y bien hiladas. Pero hay algunas conclusiones de Spinoza que me hacen ruido…
Dios y la naturaleza son una sola cosa, el panteísmo con la naturaleza, la única realidad válida es la naturaleza, Dios está en lo natural, todos somos Dios, la naturaleza es la corriente que nos lleva, somos parte de Dios, somos la extensión de Dios, somos un modo de Dios, no hay lugar para lo sobrenatural, la naturaleza es uno y todo pues está a la par de Dios, Dios está en el hombre.
Estas últimas proposiciones atentan contra un Dios infinito, total y eterno. ¿Por qué? Pues porque Spinoza ha colocado a la naturaleza, creación de Dios según lo que yo creo, a la par de Dios, a la altura de Dios, y eso sí es verdad que no es acertado. Lo mismo sucede con el hombre y Dios… ¿Dios es naturaleza, el hombre también es naturaleza, entonces el hombre es Dios? Uhm… No creo que sea así. En esto no estoy de acuerdo con Spinoza. El Salmo 19:1 dice claramente que la naturaleza es creación de Dios:
“Los cielos cuentan la gloria de Dios y el firmamento anuncia la obra de sus manos”.
Pero el aporte de Spinoza al problema de Dios es monumental, y está bien pensado. Después de todo, llegar a Alguien que es infinito, eterno y total no es algo que se logre, así como así.
Por cierto, a propósito de las matemáticas y la lógica, ¿podríamos imaginarnos el mundo sin ellas? Estas disciplinas no me gustan, no las comprendo, pero no soy tan tonta como para no ver su importancia y utilidad. Sin ellas no habría, economía, administración, comercio y contaduría. ¡No habrían colecciones! No creo que este mundo sería mundo sin ellas…
Y ¿qué decir de la no existencia de Dios? ¿Podríamos imaginarnos un mundo sin Él, sin el principio y el fin? Sin Dios el mundo sencillamente no existiría, ni la naturaleza ni el ser humano. Ni tampoco la ciencia, ni la matemática, ni la lógica.
Algo me dice que Spinoza utiliza la razón para probar la existencia de Dios porque sabe que la primera está sustentada por el segundo. ¿O no?
2 respuestas a «Dios»
Dios es infinito, y nuestra mente es finita. No llegamos a alcanzar los niveles de Dios, no podemos, solo llegaremos un poco más allá si nos dedicamos a conocerlo, pero aún así, seguiremos sin entender algunas cosas.
Todo necesita un punto de partida, la naturaleza o cualquier otra cosa, en cambio Dios no, Dios esta desde antes de lo que llamamos inicio.
Gracias por compartir querida Francis!
Recuerdo en los años 70’s un Grafiti en el Rectorado de la U.Carabobo que decía:
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Nietzsche ha muerto.
Dios