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Mi cuerpo, mi decisión

Porque tú formaste mis entrañas; tú me hiciste en el vientre de mi madre”.

Salmo 139:13

La famosa y polémica periodista italiana Oriana Fallaci escribió, en 1975, una novela llamada Carta a un niño que nunca nació. Allí, su personaje principal se debate entre tener una carrera exitosa o criar al bebé que tiene en su vientre. Mamá me hizo leer esta novela cuando yo tenía unos 13 años de edad, y aunque no recuerdo la trama, sé que su autora juega con la idea de tener un aborto. Lo que sí recuerdo es el miedo que me produjo el solo pensar en provocar la pérdida de un bebé. A los 13 años me aterraba perder la vida de esa manera tan peligrosa. Claro, estamos hablando de los ´80… Tener un aborto legal, en una clínica, asistida por un doctor, sencillamente era algo imposible.

Si hay algo de lo que no tengo dudas en esta vida es en lo difícil que es tener y criar hijos. Cuando una se embaraza todo cambia, el cuerpo, la alimentación, las fuerzas, el vigor, la dentición, los pies… todo cambia. Tienes que comer por dos, porque el “parásito” que tienes en el vientre se come y se roba todo de ti. En algún lugar escuché o leí que una mujer experimenta en 9 meses de gestación el envejecimiento equivalente a dos años. No, no es fácil… Luego, ese bebé nace, en un evento nada agradable, lleno de dolor, y entonces comienza la verdadera locura. A partir del momento que colocan al bebé en tus brazos, tu vida ya no es tuya… Pasa a ser controlada por ese ser que salió de ti. Su vida es vital y la tuya accesoria. No, no exagero.

Aún y con toda la locura que supone tener un hijo, yo jamás habría pensado en un aborto. No sólo por temor a morir, sino también por temor a acabar con una vida. Desde mi punto de vista muy personal, el aborto es un acto de sumo egoísmo. Sí, es cierto… Es mi cuerpo, es mi decisión. Pero, si es mi cuerpo y yo decido qué hacer con él, ¿cómo es que me embarco en una vida sexual activa, como cualquier persona tiene derecho a tener, y no tomo previsiones para no quedar embarazada? ¿No debería yo ejercer el derecho a decidir sobre mi cuerpo cuidando que mi vida sexual no lo afecte? (Y no sólo es un embarazo inesperado, sino también enfermedades venéreas, además de la salud emocional) ¿Acaso no es responsable planificar los eventos de la vida, como qué estudiar, dónde vivir, a quién escoger como pareja, y cuándo tener hijos? ¿O es que la vida se lleva con la descuidada filosofía de “cómo vaya viniendo, vamos viendo”?

Ahora, debo ser honesta… Tengo dos hijos, y ninguno fue planificado. Era joven, saludable, y quedar embarazada era lo más natural. Después de mi segundo hijo me esterilicé para no tener más. Sencillamente, nuestra economía y trabajos no nos permitían tener más hijos. La vida no siempre se planifica, porque la verdad es que nada en ella es perfecto. Pero una vez que las cosas suceden, se continúa con valentía y responsabilidad… En otras palabras, en la vida “escurrir el bulto” es trampa.

Y, lo sé… Ser mujer no es nada fácil. El gran problema de tener hijos es cómo balancear la vida familiar y la profesional, algo que rara vez un hombre se plantea. En nuestra sociedad latinoamericana, ser madre prácticamente anula las posibilidades de éxito profesional. ¿Con qué tiempo vas a ser exitosa si tienes dos niños que te esperan en casa? En mi caso, yo no tenía la opción de quedarme en casa, porque nuestras finanzas requerían de dos sueldos, y hasta tres, si eso hubiese sido posible. Ser madre trabajadora ha sido siempre todo un reto.

Hay muchas cosas que entiendo y hasta comparto con el movimiento pro aborto… Porque es que a veces la vida no es justa, la juventud y la pasión te ganan y no estás preparada para la responsabilidad que supone el ser madre. Un embarazo adolescente es una verdadera tragedia… es una niña criando a un niño. Los embarazos múltiples en condiciones precarias son aún más trágicos. Traes más niños al mundo a pasar trabajo… Las madres solteras se las ven muy duras. Criar niños sola no es lo ideal… Tener un bebé en el vientre que no viene bien, a veces es desesperanzador. ¿Qué será de su futuro?… Quedar embarazada producto del abuso sexual, en cualquiera de sus formas, es un desastre. ¿Cómo se puede querer a un niño así?… Sí, entiendo muy bien qué piensan algunas mujeres.

Ninguno de estos escenarios es justo ni ideal. La vida a veces es errática, y por más que lo intentemos, a veces las cosas no salen como esperamos. Pero, yo creo que la vida es de valientes, y hay que echar pa’ lante, sin miedo. Porque, si bien la vida a veces se comporta inesperada, siempre se endereza en el camino. Yo creo que no hay excusas. El aborto es inadmisible. Ya te digo por qué.

Dios es el Autor de la vida, y también de la muerte. Él es quien decide cuándo se llega a este mundo y cuándo se sale de él. El Salmo 139 es uno de lo más humanos e intimistas de la Biblia. En él, el poeta asegura que el Señor formó sus entrañas, y que Él lo hizo en el vientre de su madre. Además, dice que Dios vio cuando su cuerpo fue tomando forma, y continúa declarando que aún no había vivido un solo día y ya Dios había decidido cuánto tiempo viviría… ¿Quiénes somos las mujeres para inmiscuirnos en lo que Dios decide por Su buena voluntad?

Cada ser humano viene a este mundo con un propósito. Ser consciente de esto altera por completo nuestra propia concepción de la vida. Las circunstancias pueden ser muy felices o completamente adversas, no importa… El propósito está allí para ser cumplido y completado en cada vida que se gesta, sea ésta producto del amor, del deseo, de la pasión, del odio, de las urgencias malsanas, del abuso, la ternura o el azar. No somos nadie para decidir sobre la vida de otros, así esos otros estén en nuestro vientre, alterando nuestro cuerpo firme, trastocando nuestros planes y cambiando el curso de todo lo que soñamos. Sólo Dios puede decidir.

Siempre está la opción de la adopción. Mientras hay mujeres que luchan por su derecho a decidir, hay otras que luchan por tener hijos. Es que, ya lo dije, la vida es una cosa loca… Si de verdad no se puede tener a ese hijo, siempre habrá quien sí pueda y esté feliz de criar a ese ser humano, para bien.

Yo soy pro vida… ¿Y tú?

Por Francis Sanchez

Hola, soy Francis. Me gusta escribir y creo que lo hago bien. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre temas biblicos, ya que trabajo como voluntaria Sociedades Bíblicas Unidas de Venezuela.

Estoy casada y tengo dos hijos adultos. Mi hijo mayor siempre me ha impulsado a escribir y publicar. De hecho, este blog es su regalo de cumpleanos para mi

6 respuestas a «Mi cuerpo, mi decisión»

Totalmente de acuerdo contigo!!, Sino lo quieres regalalo luego, pero no te entrometas en los planes de Dios, Él ya tiene planificado que pasará.

Excelente y 100% pro vida. Sólo Dios la da y sólo Él puede quitarla. Gracias por tus escritos. El Señor te bendiga grandemente

Excelente. También soy pro vida. Entender las razones por las que alguien decide ser pro aborto, que al igual que tu entiendo perfectamente, no justifica quitarle la vida a un nuevo ser creado por Dios. Como dices nadie tiene ese derecho. Como médico me preocupa que sea el ser humano quien pretenda decidir cuando dar al milagro de la procreación la clasificación de ser vivo. Ese derecho lo tiene Dios. Las características del ser humano, lo que te hace ser humano comienza desde que genéticamente se une el espermatozoide de un hombre con el óvulo de una mujer. Genéticamente desde ese momento comienza la vida de un nuevo ser, lo que serán sus características, capacidades…. todo está determinado genéticamente en ese ser. Y es Dios el único que tiene el derecho de decidir sobre la nueva vida que comienza incluso antes de ese proceso.

Maravilloso…..en estos tiempos en los que todo vale, observar que aún quedan reservas morales reconforta el alma…. gracias, Francis Helena!!!

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