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El mejor regalo de todos

Hay más dicha en dar que en recibir”. Hechos 20:35

Yo nací prematuramente. Pesé menos de un kilo y medio, era muy pequeñita y frágil, y por eso pasé mi primer mes de vida en una incubadora, en la Maternidad Concepción Palacios, en Caracas. Mi llegada prematura al mundo me ocasionó muchos problemas perinatales y posnatales. Entre muchas cosas, mi desarrollo motor se vio afectado, tanto así que aprendí a caminar después de los dos años. Mi caminar fue problemático desde el principio… Cuando yo tenía unos 5 años me operaron de los tendones de mis dos piernas, los tendones que van desde el talón hasta la pantorrilla. Gracias a esa intervención quirúrgica, pude caminar perfectamente, aunque mis problemas motores no mejoraron del todo, pues hasta el día de hoy aún afectan mi equilibrio.

Al salir de la sala de operaciones me esperaba un hermoso regalo, una muñeca de trapo, grande, de mi tamaño, con una amplia sonrisa dibujada en su rostro. Todavía la recuerdo, me pareció la muñeca más bella del mundo. Cuando finalmente pude regresar a casa a continuar mi recuperación, mi muñeca estaba allí, conmigo. ¡Cómo la amaba! Tiempo después, esa muñeca perdió la estabilidad de su cabeza, entonces mi tía Dilia la operó… Separó la cabeza del cuerpo, le metió un pedazo de palo de escoba y cosió de nuevo todo. Mi muñeca volvió a ser la misma de siempre, sólo que esta vez ostentaba un hermoso pañuelo en su cuello, para esconder los estragos de su intervención quirúrgica. Ella y yo habíamos pasado por recuperaciones lentas y dolorosas, pero ambas habíamos salido como nuevas… Yo caminaba y corría sin problemas (aunque con torpeza). Ella, mi muñeca, mantenía erguida su cabeza con orgullo. La vida era muy buena para las dos.

Hay regalos que no se olvidan, aunque ya no los tengamos. Tal parece que mis padres, además de regalarme piernas nuevas, creyeron pertinente regalarme esa muñeca de trapo… Porque estaban contentos con mi operación exitosa, porque estaban a la expectativa emocionante de verme caminar bien, porque querían marcar la ocasión con algo especial e inolvidable, y porque querían verme feliz en medio de una difícil recuperación.

A lo largo de mi vida he recibido muchos obsequios, de cumpleaños, de graduación, de navidad, de bodas… Algunos han pasado sin pena ni gloria, otros han sido apreciados hasta que llegan nuevos regalos. Pero, otros perduran, se hacen parte de nuestras vidas, se hacen indispensables… Y si se pierden, pasan a ser añorados con nostalgia… tal como mi muñeca de trapo. No hay nada mejor que recibir y dar regalos. Nos llena de emoción, de expectativa y también de amor y esperanza. Nadie da un regalo sin amar, sin tomar en cuenta al otro, sin un deseo genuino de agradar, agasajar y agradecer a la persona a quien se le obsequia algo.

Realmente, yo no sé cómo comenzó la costumbre de dar y recibir regalos, pero creo que tiene que ver con el deseo de celebrar y agradar a una persona que se ama. En la Biblia hay un incidente fatídico donde una persona muy importante quiso agradecer a una chica por un hermoso y sensual baile. Cuando se le dijo que pidiera lo que quisiera, ella exigió la cabeza de Juan El Bautista, por consejo de su vengativa madre. Por este triste episodio, algunas organizaciones religiosas no ven con buenos ojos la entrega de regalos. Pero los reyes de oriente llevaron hermosos y costosos regalos al niño Jesús. Esos regalos hablan de majestad, gloria y realeza. Dar y recibir regalos no es malo, cuando éstos se dan con amor, pensando en el bienestar del otro.

En realidad, no importa cuántos hermosos regalos hayamos recibido, Dios ha entregado a la humanidad el regalo más hermoso, significativo y costoso de todos: La salvación. Y para ello, entregó a Su Único Hijo, para que, a través de Su encarnación, Su muerte y Su resurrección nosotros pudiéramos tener un ejemplo a seguir, un perdón inmenso por nuestros pecados, y una vida eterna para disfrutar desde hoy mismo, en nuestra vida humana, presente. Ése regalo se planificó, se ejecutó y se entregó por amor, por un amor único y perfecto… Dios amó tanto a la gente de este mundo que entregó a Su Hijo para que todos se salvaran… No hay un regalo mejor, no hay una entrega más sacrificada, no hay un amor más grande.

¿Cómo puede una persona apropiarse de ese regalo tan maravilloso y completo? Lo único que tienes que hacer es hablar con Dios y decirle que eres pecador, que tú lo necesitas en tu vida, y que quieres gozar de ese regalo hermoso de la salvación y la vida eterna. No tienes que saber orar. Sólo tienes que hablar con Dios, y con un corazón abierto decirle que tú quieres que Él entre en tu vida para siempre.

Esta noche seguro que recibiremos algún regalo… Y claro que estaremos contentos y agradecidos. También nosotros obsequiaremos a nuestros seres queridos y ellos se complacerán con todo el amor que les tenemos. Pero, esta noche significa mucho más que regalos, comida navideña y luces de bengala…

Esta noche celebramos el nacimiento del Señor Jesús, quien vino como un bebé hermoso, lleno de regalos para la humanidad. Esta noche, piensa en esos regalos, piensa en el sacrificio de Jesús, que dejó Su gloria y su investidura de Rey para hacerse humano, para morir por nosotros. Piensa en Su vida y ejemplo, piensa en todo lo que sufrió por ti y por mí, para darnos vida, para regalarnos un futuro prometedor y eterno. Estos son los verdaderos regalos que cambian vidas de manera radical y para bien. La salvación y la vida eterna son regalos imposibles de rechazar.

Mis padres me regalaron muchas cosas, como mi muñeca, y unas piernas renovadas para caminar y correr… Pero también me hablaron de Jesús y me permitieron conocerle. Ese fue el mejor regalo, de todos los que alguna vez ellos me dieron.

Dios amó tanto a la gente de este mundo, que me entregó a mí, que soy su único Hijo, para que todo el que crea en mí no muera, sino que tenga vida eterna”. Juan 3:16 (TLA)

JESÚS… Él es el mejor regalo de todos.

Por Francis Sanchez

Hola, soy Francis. Me gusta escribir y creo que lo hago bien. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre temas biblicos, ya que trabajo como voluntaria Sociedades Bíblicas Unidas de Venezuela.

Estoy casada y tengo dos hijos adultos. Mi hijo mayor siempre me ha impulsado a escribir y publicar. De hecho, este blog es su regalo de cumpleanos para mi

3 respuestas a «El mejor regalo de todos»

Te felicito Helena, escribes con inspiración. Yo he descubierto que, la navidad es una celebración pagana, su origen nació para celebrar el nacimiento de Nimrod, nieto de Noé, que por cierto nació el 25/12. La iglesia católica adoptó y adaptó ésta fecha para celebrar el nacimiento del Hijo de Dios, quien de hecho no nació en Diciembre, sino entre septiembre y octubre… No recuerdo exactamente la fecha, por lo que considero que el pueblo del Dios Eterno, no debe celebrarlo. Comparto la idea de dar y recibir regalos como un gesto de amor….

Realmente ha sido el mejor regalo de todos los tiempo y para toda la humanidad, sepamos apreciarlo buscando el camino y la verdad que es Jesús.
Y ud, querida Francis, mil gracias por tan maravillosa labor y en especial por este escrito en este día, muy oportuno y refrescante y yo lo tomo como el mejor regalo que he recibido en este 2020. Dios te bendiga grandemente..

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