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Lectura Bíblica

Marcos: A las carreritas

Pues ni aún el Hijo del Hombre vino para que le sirvan, sino para servir a otros y para dar su vida en rescate por muchos”. Marcos 10:45

Esto de escribir es una labor que, como muchas otras cosas en la vida, requiere de una toma de decisión seria y concienzuda. También produce el maravilloso placer de expresar todo lo que quieras, usando las palabras con absoluta libertad… y te permite callar aquello que no quieres que salga a la luz pública. Si se usa bien, este poder detrás del escritor traerá grandes satisfacciones, tanto para él como para quien lo lee.

Juan Marcos, el primer evangelista bíblico, a simple vista parece no estar muy consciente de lo que escribe. Su escrito es atropellado, falto de detalles y de transiciones entre episodios. Es, por lo tanto, el evangelio más corto y conciso de todos. Sin embargo, su registro demuestra lo que realmente es importante, el paso de Jesús por la tierra, y el impacto que Él causó en la gente que lo conoció y con los que tuvo contacto. Por muy casuales que estos encuentros fueran, con seguridad cambiaron las vidas de esas personas, para bien o para mal. Marcos lo sabe y no pierde tiempo en otras cosas accesorias.

El Evangelio según San Marcos es el primer evangelio escrito. Fue compuesto hacia el año 55 d.C., apenas unos 20 años después de la ascensión de Jesús. Su fuente de información principal fue Pedro, uno de los discípulos más íntimos y cercanos a Jesús. En realidad, Juan Marcos era discípulo de Pedro y fue él quien contó al evangelista todo lo relatado en su libro. Esto explicaría la razón por la cual el evangelio no entra en los detalles de la niñez ni la infancia de Jesús. Probablemente, Pedro no tenía cómo saberlo, o al menos no contaba con las habilidades investigativas de Lucas. De los 4 evangelistas, Marcos y Lucas son los únicos que no fueron testigos presenciales de Jesús, pero sus fuentes tienen una autoridad indiscutible.

La autoridad de los escritos bíblicos radica principalmente de sus fuentes. Para un escrito del Nuevo Testamento, es vital que este tenga relación directa con algunos de los apóstoles, quienes habían sido testigos de la vida, muerte y resurrección de Jesús. En otras palabras, es muy importante que los escritores hayan tenido algún tipo de contacto con el Jesús histórico. Marcos no tuvo ese contacto de manera directa, pero Pedro era un apóstol muy importante, considerado por Pablo como una de las columnas de la iglesia en el primer siglo de nuestra era.

Marcos es el evangelio más corto de los cuatro. Es el único que no presenta una genealogía de Jesús, y que entra directamente al ministerio del Señor sin mayor preámbulo. Su autor presenta las buenas nuevas del “Hijo del Hombre”. En los evangelios la expresión «Hijo del Hombre» aparece pronunciada unas 70 veces… ¡por Jesús mismo! Podemos, por lo tanto, pensar que los evangelistas recordaron una de las expresiones típicas que Jesús utilizó con libertad y sentido de identidad. Pero, ¿por qué Jesús se presenta a sí mismo de este modo? La expresión deja ver un aspecto más misterioso de su persona. Este hombre tiene una relación particular con Dios, y eso merece revisarse y registrarse para la posteridad.

Una parte central de todo evangelio es el relato de los milagros de Jesús. En Marcos, se relatan muchas señales milagrosas realizadas por el Señor, pero todas las veces Jesús ruega a los beneficiados no divulgar su identidad. Esto se ha llegado a llamar “el secreto mesiánico de Marcos”. ¿Por qué Jesús hace eso? Esta conducta difiere mucho con el culto a la personalidad de muchos líderes, y la idolatría a las celebridades hoy en día. Esta sociedad global ostenta una marcada preferencia por mostrarlo todo, y no callarse o guardarse nada… Una vez más, Jesús demuestra ser diferente. ¿Por qué no seguimos su ejemplo?

Este aparente secreto no hace otra cosa que demostrar que Dios controla el correr de la historia, que Jesús tiene un plan preciso que cumplir, y que debe respetar sus tiempos. Esta prudencia “mediática” habla de un Dios organizado. ¡Cuánto tenemos que aprender de Dios! Él es el Señor de la revelación, pero también el Señor de los misterios…

Pero, como era de esperarse, nadie hace caso a Jesús, su “secreto mesiánico” no logra guardar su misterio. Todos los bendecidos con un milagro corren a vociferar, a voz en cuello, las bondades que reciben del Señor, creándole una fama al Mesías que desencadena su pasión y muerte. Después de todo, son las “buenas noticias acerca del Mesías”. Es que, ¡nunca ha sido fácil guardarse una buena noticia por mucho tiempo!

La palabra “evangelio” significa literalmente “el mensaje o la predicación de Jesús”. Es un género literario que recoge los hechos y dichos de Jesús. No es una biografía, más bien intenta recoger el pensamiento de su protagonista. Juan Marcos nos presenta un evangelio abocado a presentar a un Jesús que actúa, que siente compasión… que no es solo un maestro más… Es el Hijo del Hombre, es el Hijo de Dios, es Dios mismo. Pero no encontraremos allí datos biográficos de valor, ni sucesos organizados cronológicamente. Parece más bien una seguidilla de eventos que recoge las acciones y los pensamientos de un hombre excepcional, con una naturaleza dual: humano y divino a la vez. Así, Marcos escribe a las carreritas, con un sentido de urgencia que sólo se explica por lo monumental de su personaje central.

Juan Marcos es uno de los personajes más dinámicos e interesantes del Nuevo Testamento: Seguidor de Pedro, familiar de Bernabé, ayudante de Pablo, este hombre sufrió una gran transformación a lo largo de su vida. Pasó de ser un inmaduro asistente que colmó la paciencia de Pablo y ocasionó la separación de éste de Bernabé, a ser requerido vehementemente por su valor para la labor evangelista y apostólica. Se codeó con el liderazgo más ilustre del primer siglo, y aportó un escrito que entró en el canon bíblico sin ningún problema.

Con toda seguridad Juan Marcos habría sido un popular “influencer” de nuestro tiempo.

Por Francis Sanchez

Hola, soy Francis. Me gusta escribir y creo que lo hago bien. Llevo mucho tiempo escribiendo sobre temas biblicos, ya que trabajo como voluntaria Sociedades Bíblicas Unidas de Venezuela.

Estoy casada y tengo dos hijos adultos. Mi hijo mayor siempre me ha impulsado a escribir y publicar. De hecho, este blog es su regalo de cumpleanos para mi

3 respuestas a «Marcos: A las carreritas»

Excelente mi amada Helena gracias por esa información tan valiosa siempre es bueno saber quiénes eran esas personas que se tomaron el tiempo y que Dios uso de una manera muy especial para que escribieran acerca de la vida de Jesús. Me encantan tus escritos y la verdad que los disfruto mucho. Dios te bendiga inmensamente. Un abrazo.

Definitivamente, cuánto me falta por saber… Que maravillosa información nos aporta amada hermana Francis, gracias mil gracias por tu excelente trabajo para la obra de Cristo. Dtb

Excelente información. Cuanto por aprender. Cada escrito de mi maestra es un oasis para mi vida espiritual. Cuanto me sorprende la vida de Jesucristo. Cada día amo más a mi Señor. Gracias por tus enseñanzas. Por esa manera de escribir que recibo con alegría.

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