“… Sigan luchando vigorosamente por la fe encomendada una vez por todas a los santos”. Judas 1:3 (NVI)
A veces leo las cartas del Nuevo Testamento y me queda una sensación de peligro y desasosiego… No me malentiendas, esas cartas están llenas de amor y esperanza. Pero siempre, siempre están advirtiendo de algún peligro. Es que no debió haber sido fácil vivir esos tiempos posteriores a la partida del Señor Jesús. Esta carta, como muchas otras cartas universales, busca advertir a las congregaciones sobre los falsos maestros o los pseudo cristianos.
Unos 50 años después de la ascensión de Jesús, las congregaciones regadas por toda Asia Menor estaban minadas de falsas doctrinas y de falsos maestros. Me imagino que serían muchos los que predicaban animados por el movimiento discipular del primer siglo. Pero no todos predicaban la verdad, no todos predicaban a Jesucristo. Una de las doctrinas que más daño causó en esta época fue el gnosticismo.
Esta corriente filosófica y pseudo religiosa establecía que sólo el espíritu es bueno y que la materia, o el cuerpo, es esencialmente malo. (¡Qué conveniente, ¿verdad?! ¿Eso quiere decir que, si peco en la carne, mi espíritu no se afecta? ¡Qué bien!). Esta enseñanza suena como música para los oídos de quien pensara hacerse cristiano, pero nada está más alejado de la realidad. De más está decir que esto no es correcto. La santidad del cristiano debe ser completa e integral. Para Dios no vale la moralidad en el espíritu si no se vive esa misma moral en el cuerpo.
La lucha, como bien lo dice el v. 3, es a la defensa e integridad de la fe encomendada a los santos… ¿Cómo es esto? Una de las maneras más fáciles de menoscabar la enseñanza de la fe es tergiversando la vida y obra del Señor Jesús. Por ahí es precisamente donde cojean todas las sectas… Otra de las formas de atacar la fe es la proliferación de los “cristianos falsos”. Sí, los cristianos falsos… aquellas personas que dicen ser de Cristo pero que su conducta no corresponde con lo que predican.
¿Recuerdas la carta de Santiago? Atacaba el mismo problema, el de no vivir lo que se impulsa. ¿Sería esto acaso una plaga generalizada en las congregaciones del primer siglo? Lamentablemente, esto de la incongruencia moral es un problema que persiste insistentemente aún en nuestro tiempo… Tal parece que es una plaga difícil de erradicar. (Por cierto, Santiago y Judas eran hermanos, entonces también Judas era hermano del Señor Jesús… ¿Qué tal?)
Esta carta se dedica a animar a todos los creyentes a transitar los caminos de Dios, promover las relaciones fraternales entre los creyentes, y a permanecer fieles a Jesucristo, muy a pesar de todas estas corrientes falsas. Es importante saber que las corrientes de doctrinas falsas y el sincretismo religioso no son problemas sólo de la antigüedad. A lo largo de la historia, la iglesia se ha enfrentado a este tipo de enseñanzas falsas que intentan menoscabar la sana doctrina de Cristo. Hoy en día se hace necesario estar alertas en cuanto a estas cosas… El mejor antídoto a la influencia de estas corrientes extrañas a la verdad divina es el estudio de la Palabra de Dios. Es de vital importancia que no abandones la lectura, el estudio, la meditación y la aplicación de la Palabra a tu vida.
Judas impulsa la vida cristiana en la práctica de valores como la verdad, el amor, la pureza y la fidelidad. Es un escrito de corte sapiencial o de sabiduría porque busca el crecimiento de los creyentes en la vida cristiana del día a día. Judas es una cantera de valores bíblicos. Es importante impulsar la educación bíblica en valores, ya que esa es quizás la crisis más profunda que presenta nuestra sociedad venezolana en estos momentos. Es que la vigilancia ética y moral contribuye a la santificación progresiva del cristiano.
Pero no puedo terminar de hablar de Judas sin escribir acerca de una de las doxologías más completas y hermosas de la Palabra… El v. 24 dice textualmente: “Y a Aquel que es poderoso para guardaros sin caída, y presentaros sin mancha delante de Su gloria con gran alegría, al único y sabio Dios, nuestro Salvador, sea gloria y majestad, imperio y potencia, ahora y por todos los siglos. Amén”. (RVR 60)
Una doxología es un concentrado de reconocimiento y alabanza excelsa a Dios. Es una especie de poema que expresa todo lo que Dios es y puede hacer en medio de Su pueblo. En una carta donde el peligro acecha, las falsas doctrinas intentan hacer estragos, y donde la salida fácil y el evangelio barato son ofertas tentadoras, Judas establece taxativamente que sólo Dios puede mantener a Su iglesia fuera de peligro. Que no hay gloria, ni majestad, ni imperio, ni potencia que se compare con la de nuestro Salvador, Dios y Señor. Con una declaración así, ¿quién puede temer a las falsas doctrinas? ¿Quién puede temer por la persecución romana? ¿Quién se atreve a fingir algo que no es?
Esta es realmente una declaración atrevida, que usa lo mejor del aparataje propagandístico del imperio romano para aclarar, valiente y arrojadamente que sólo a Dios pertenece toda autoridad y todo poder. ¿Quién es Roma, y quién es el César para compararse a Dios? Además, si Dios me guarda de caer, lo único que necesito es no apartarme de Él. Quiere decir que para el que se mantenga fiel a la verdad de Cristo, Dios lo mantendrá puro hasta el final. Judas nos dice que no hay que temer a las falsas doctrinas, ni a la vida en este mundo, si de verdad permanecemos fieles a Dios.
Con Dios, ¿quién dijo tener miedo?
3 respuestas a «Judas: El resguardo de la fe encomendada»
Excelente.
Gracias hermana Francis. Muy bueno su artículo. Lleno de enseñanza de la palabra de Dios. Lo certifico que le gusta escribir y enseñar. Yo disfrutaba grandemente en sus clases tanto en el instituto como en la clase dominical. Un abrazo y que siga escribiendo y publicando!!
Pues si, quien dijo miedo, cuando en la exquisitez de su palabra encontramos citas bíblicas que nos aupan a seguir adelante, solo confiando en el Señor. Que maravilla es poder decir: Padre bueno que delicia es poder confiar en ti y apoyarnos en tu palabra cuando nos manifiestas en Juan 15: 5 cual es la única verdad con respecto a nuestro existir en victorias. Glorifico el nombre de Dios. 🙌